miércoles, 18 de abril de 2007

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Ya llegaron los fríos días.

Sales y ves el sol pero tiemblas ante todo. El calor no proviene del gigante anaranjado, si no, del interior. De que nos sirve amar, si todo acaba, hasta nuestro propio sentimiento.

Que mejor que sentir el primer beso de unos labios cálidos y que peor que sentir, esos labios, alejarse lentamente. Esas posteriores largas noches de pensamientos álgidos y repentinos, vemos entrar la oscuridad viciada.

Que bello disfrutar el primer suspiro, esperando , muy inconscientemente que sea eterno y no permita que llegue el último de los rayos solares.

Siempre hay alguien que se lleva tu ternura en un eclipse de segundos y en un mar de
soledades llega femeninamente quién la recupera.

Puede sonar estúpido pero el amor es el cincuenta por ciento, cuando está, todo es luz. Pero cuando se va , se toca el interruptor quedando la vista pegada en un techo negro. Lo insensato, es que no siempre se va con alguien, a veces se apaga de nosotros.

Espero encontrarme, amarme y amarte, aunque no sepa aún quien o de donde eres. Llegarás, aunque la espera sea larga e infinita, tal vez de otro mundo.

A quien culpar por todo esto: ¿ Quién será el asesino de nuestros sentimientos?. Pues nadie más que tu mismo, eres el que permite y el otro solo se aprovecha. La venda color rosa nunca debe tapar el reflejo de la realidad, la esperanza no se puede anteponer al echo, el perdón no se puede comparar con la dignidad.

Algún día sabremos que el amor, solo es un lapsus físico, químico y mental. No nace del pecho, nace de lo que el hombre no puede explicar, del nudo en el estómago, del brillo de los ojos, del aliento desesperado por decir palabras que al final se las llevara el viento, del respirar agitado en largas noches iluminadas por fuego, nace del mas allá podríamos llamarle dios, porque el amor es el único que redime al ser humano.

No es dictadura, es libertad.